Qué sucedía en la capital provincial hace medio siglo y qué pasa hoy en la ciudad de las diagonales.
LA PLATA (Corresponsalía).- Así como en 1810 sucedió lo que hoy conocemos cómo Semana de Mayo, que contabiliza los días del 19 al 25 de ese mes, en donde presionado por Belgrano el virrey Cisneros dejaba el poder y se convocaba al Cabildo abierto que finalmente nombraría la Primera Junta; en el año 1969 desde el 15 y hasta el 21 de julio, se dio lo que podríamos llamar la “Semana de la Luna” en donde los medios de todo el mundo estaban pendientes del alunizaje exitoso de la primera misión tripulada a bordo del Saturno V (porque ese era el nombre del cohete, mientras que Apolo 11 era la denominación de la misión) compuesta por el comandante Neil A. Armstrong; Edwin E. Aldrin Jr. (Buzz); y Michael Collins.
En menor medida los diarios mostraban interés por la misión Lunik 15, que los rusos habían enviado también a la superficie lunar cuatro días antes (no olvidemos que había una carrera espacial entre la URSS y los EEUU), pero esta no estaba tripulada y se limitaría a tomar muestras del suelo lunar, cosa que también harían los astronautas norteamericanos.
La Plata no fue ajena a tamaño acontecimiento y su principal matutino dedicó las tapas de dos semanas seguidas al alunizaje. En la primera semana, la noticia dominó la primera plana del diario, mientras que con la hazaña ya concretada, poco a poco otras cuestiones fueron ganando interés y el viaje espacial comenzó a ser parte de la historia.
Hace exactamente medio siglo, La Plata veía con asombro hacia las estrellas, quizás buscando entre tantas luces poder distinguir como el Saturno V tocaba por primera vez la superficie lunar, pero nada de eso opacó su acontecer diario.
Deportivamente la capital provincial estaba a tono con la carrera espacial, ya que su principal equipo había renovado su título como el mejor de América hacía solo algunos meses y estaba a un trimestre de defender ante el Milán de Nereo Rocco, el título de mejor equipo del planeta, que un año antes había ganado ante el Manchester de Busby. Ese Estudiantes, comandado detrás de la línea de cal por Osvaldo Zubeldía y dentro del campo por Carlos Bilardo, empezaba una gira de 14 partidos por América y Europa, en la que tocaría suelo colombiano, venezolano, estadounidense, canadiense, español e italiano.
Desde la vereda de enfrente, las preocupaciones de su archirrival estaban centradas en cómo volvía su arquero Hugo Orlando Gatti, quien había terminado lesionado el torneo y se reincorporaba al plantel más tarde, aunque aún con dolencias.
Pero la locura que provocaba el acontecimiento hace 50 años, hoy se vuelve a repetir con algunos festejos que la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísica da en su sede con motivo del aniversario.
En el marco deportivo la cuestión es diferente, porque quien por aquel entonces era el cerebro del equipo y que con el tiempo se convertiría quizás en la estrella más fulgurante en el cielo pincharrata, hoy se encuentra en un delicado estado de salud haciendo que por lo menos, media ciudad esté pendiente de las novedades sobre su parte médico.
Pero el interés que generó en su momento el alunizaje, podía verse en las primeras planas de su matutino, donde el día 15 se titulaba “Ultiman detalles del lanzamiento de la Apolo 11”. Ese mismo día los cines de la ciudad capital tenían como protagonistas a Clint Eastwood que estelarizaba “Lo bueno, lo malo y lo feo” y los más pequeños podían deleitarse viendo las aventuras de Mowgli de la mano del largometraje de Walt Disney “El libro de la selva”. Esta misma compañía, inmortalizaría a Buzz Aldrín al utilizarlo como inspiración para Buzz Lightyear, protagonista de la saga de películas Toy Story, que hoy llena las salas de los cines del mundo.
El 16, día del despegue del cohete que recorrería los casi 400 mil kilómetros que separan al planeta de su satélite, se titulaba “Iníciase el viaje más extraordinario de la era espacial: 3 hombres a la luna”. Por primera vez se hace mención del silencio que el gobierno soviético en relación a la misión Lunik 15. Lo más destacado de esa jornada pasó por los arqueros de Gimnasia y Estudiantes, porque mientras Gatti seguía sin volver a los entrenamientos, Flores, el guardametas pincha, era noticia por tener inconvenientes con las autoridades tras ser sorprendido manejando sin registro luego de cruzar un semáforo en rojo.
En los días subsiguientes las tapas seguirían perteneciéndole a la misión Apolo 11 y hasta las empresas locales y nacionales que publicitaban en las páginas del matutino aprovecharían el efecto lunar. Ford, por ejemplo, promocionaba su modelo Farlaine diseñado con “serenidad espacial” y una tradicional tienda de compras platense aseguraba que los “lunáticos” (por los selenitas) vendían en masa a la tierra al enterarse de sus ofertas.
Para el 19, es decir el día anterior a la llegada del Saturno V a la superficie lunar, se informaba que “La Apolo 11 atravesó el punto neutro y entró en la zona de atracción lunar”. Las páginas internas del diario ese día describían los trajes de los astronautas y a nivel local, informaban de la incorporación de un Tatú Carreta a la colección del zoológico local, animal que hasta ese momento, se lo creía extinto.
El día de la llegada la tapa marcaba: “Todo es propicio para que la magistral misión de alunizaje tenga pleno éxito” y hasta se anticipaba que el descenso sería a las 16.14 de nuestro país. Lo más destacado fuera de la noticia era el cierre de admisión de animales para la exposición rural y las semifinales de la Copa Argentina, que tendrían como vencedores a Boca y Colón para enfrentarse en el encuentro decisivo.
El 21, con la hazaña concretada, el titular fue: “Con la caminata en la luna culminó la histórica hazaña de Armstrong y Aldrin”, olvidando claramente a Collins, que debió quedarse dentro del Saturno V.
Las repercusiones siguieron en tapa durante una semana más, hasta el 28, cuando empezó a transformarse más en un recuerdo que en una realidad, pero mientras duró el brillo de la gesta, nadie pareció darle importancia a noticias tan importantes y que acontecían en este planeta como la guerra entre El Salvador y Honduras.
Hoy, 619 ciclo lunares después de aquel momento y con el cuerpo de Armstrong sepultado en lo profundo del mar, casi como si buscara alejarse lo más que se pueda de aquel satélite que lo catapultó a la fama, el mundo recuerda una gesta inolvidable a la que muchos se atreven a poner en duda.